Conoce Itálica
Visitar Itálica, ciudad romana en la localidad de Santiponce, es una experiencia única donde pondremos en valor nuestro alejado pasado. Hablar de Itálica es hablar del gran Imperio Romano que pasó de ser una ciudad estado a una gran potencia ocupando territorios en lo que hoy día es Europa y parte de África y Asia.
No tienes más que acercarte por este pueblo sevillano de Santiponce para disfrutar de Itálica. Además, podrás completar la mañana o tarde con la visita al Monasterio de San Isidoro del Campo.
Tanto un monumento como otro tienen entrada gratuita para ciudadanos de la Unión Europea.
¡Debemos disfrutar y difundir el cuidado de nuestro gran patrimonio!
En Culturea Experience somos especialistas en estos dos monumentos y en hacer llegar la importancia y trascendencia de nuestra más antigua historia. ¡Te invitamos a ponerte en contacto con nosotros!
Comienza la visita en Itálica.
Su legado
Los romanos llegaron tan lejos a pesar de disponer de los avances tecnológicos que tenemos hoy en día. Sus logros fueron grandes aportaciones a la cultura occidental. Fundamentaron las bases del derecho europeo y el concepto de ciudadanía. Su organización policía, militar y urbanística ha trascendido hasta nuestros días. Al igual que sus avances en infraestructuras, además de aquella especial afición por la Historia.
A continuación, haremos un recorrido por sus lugares más emblemáticos, su historia y su presente.
¡Te acompañamos!
¡Te invitamos a conocer Itálica con Culturea Experience! Realizamos visitas guiadas a esta maravillosa ciudad romana. Consulta nuestra web o ponte en contacto con nosotros en el enlace bajo este artículo.
Además, puedes completar tu visita a Itálica con la joya del Monasterio de San Isidoro del Campo.
¡Será un día inolvidable y esperamos disfrutarlo contigo!
Detalle inscripción en columna. Anfiteatro.
Itálica
Itálica fue la primera ciudad romana fundada en la península Ibérica. No es mucho lo que conocemos de esa primera Itálica de época republicana, ya que los vestigios de ese periodo se encuentran en su mayoría bajo el pueblo de Santiponce, que se asentó sobre las ruinas romanas en 1603.
Grupo Ateneo de Córdoba en nuestra visita guiada a Itálica.
Origen
En el año 206 a. C. el general romano Publio Cornelio Escipión, en el contexto de la II Guerra Púnica, derrotó a los cartagineses en la Batalla de Ilipa. Después, estableció un destacamento de legionarios en el cerro de San Antonio. Allí ya existía una población turdetana desde el siglo IV a.C.
Al principio ambas comunidades convivieron, pero pronto el elemento romano impuso sus modelos sociales y políticos.
En la segunda mitad del siglo I a.C., Itálica adquiere el estatuto municipal y durante el gobierno del Emperador Adriano, el de colonia, con lo que se equipara administrativamente a la metrópoli.
Situación geográfica
Situada en el Bajo Guadalquivir, entre Híspalis e Ilipa (Alcalá del Río) y muy próxima a las rutas comerciales que conectaban la zona de explotación minera de la Sierra Norte de Sevilla y Huelva y la provincia de Lusitania.
Escultura centro de conservación, Itálica.
Qué visitaremos
El área visitable principal abarca los restos de la ampliación realizada en época altoimperial, bajo el mandato de Adriano (117-138 d. C.). Con esta nueva urbanización, caracterizada por imponentes edificios públicos, como el Traianeum, templo de culto imperial, y por grandes casas, o domus, en las que vivieron algunas de las familias patricias más ricas de Itálica, nuestra ciudad se convierte en un verdadero homenaje a la Dinastía.
Trabajos arqueológicos actuales en Casa de Neptuno.
Su memoria histórica
Tras el periodo romano y algunas centurias de abandono, la memoria de Itálica comenzará a recuperarse en los siglos XVI y XVII gracias, entre otros, al poeta y humanista Rodrigo Caro. A lo largo de los siglos siguientes esta recuperación continuará con los primeros estudios arqueológicos de la ciudad, como los realizados por Fray Fernando de Zevallos, o por las excavaciones de Francisco de Bruna y los primeros hallazgos escultóricos de importancia.
Durante el siglo XIX los viajeros románticos se ocupan de rescatar las glorias pasadas de este enclave, dando lugar al inicio de una conciencia de protección del yacimiento. Éste se materializa especialmente con Demetrio de los Ríos, de importancia capital en la recuperación de Itálica, y con su sucesor, Amador de los Ríos, que denunciará el continuo expolio de la ciudad.
En 1912 la ciudad romana de Itálica fue declarada Monumento Nacional. Desde mediados de los años ochenta las labores de protección, conservación, investigación y difusión del Conjunto Arqueológico son competencia de la Junta de Andalucía.
Muchas piezas importantes, sobre todo mosaicos, fueron expoliadas en el siglo XIX y XX. La mejor colección está en la Casa Museo de la Condesa de Lebrija, una mujer que financió las excavaciones para trasladarlos a su palacio del centro de Sevilla.
Mosaico de los pigmeos, edificio de la Exedra.
Murallas
Las Murallas de Itálica llegaron a abarcar una superficie de más de 50 hectáreas y fueron edificadas en diversas fases. La muralla y las puertas por las que se accede al espacio visitable de la ciudad romana están fechadas en época del emperador Adriano.
Esta ampliación urbana se caracteriza por un entramado de calles perfectamente trazado en ángulos rectos donde se dispone una retícula de parcelas rectangulares dotadas de pórticos en las aceras. Estas calles tienen dimensiones inusuales en una ciudad romana, alcanzando las más importantes los dieciséis metros de anchura. Y todo ello es propio del modelo helenístico que inspira la urbanización adrianea.
Calzada romana del Cardo Maximus tras la muralla.
Alcantarillado y cloacas
El emperador Adriano dotó a la ciudad de un servicio de abastecimiento de agua y una red de cloacas, visibles hoy en día en los cruces de las calles.
El agua corriente llegaba a través de un acueducto a las cisternas y, desde ellas, a través de una red de tuberías de plomo –reconocibles en algún tramo-, se daba servicio a las fuentes públicas y a los edificios principales, como los recintos termales, de gran significación en Itálica.
Dibujo que ilustra la vida en las tabernae de Itálica.
Edificio de la Exedra
Es uno de los edificios más grandes de Itálica, con 4.000 metros cuadrados de superficie, y se configura en torno a un patio central. Su espacio más representativo es la palestra, campo abierto para la práctica del ejercicio físico y solaz de los moradores, al norte del cual discurre un criptopórtico, corredor abovedado en planta semisótano para acceder a la exedra sin tener que cruzar el espacio abierto.
La exedra era una estancia destinada a reuniones y banquetes cubierta con una bóveda situada a gran altura y abierta a la palestra.
Al fondo del edificio hay una zona de baños termales, a la que se accedía desde el patio principal.
El edificio cuenta también con letrina comunitaria, en la que destaca el pavimento, decorado con figuras de pigmeos. Pavimento singular: opus sectile. Mosaico realizado con piezas de mármol que normalmente representa motivos geométricos.
Letrinas edificio de la Exedra.
Edificio de Neptuno
Este inmueble ocupa una parcela de unos 6.000 metros cuadrados, de la que se ha excavado apenas una cuarta parte.
En él ha sido localizada un área termal en la que destacan los restos de una sala caliente, el caldarium, identificable por los pilares de ladrillo del doble suelo o hypocaustrum; y otra fría, el frigidarium, pavimentada con el mosaico presidido por Neptuno, el dios del mar, acompañado por una comitiva de animales y otros seres marinos. Rodeando el mosaico, una cenefa representa escenas con pigmeos y animales del medio fluvial.
En el extremo oeste de este edificio se ha documentado un ámbito de tipología doméstica con varios pavimentos de mosaico que representan el ciclo místico de Teseo, Ariadna y Dioniso. Pavimento realizado con teselas cúbicas de mármol, vidrio o cerámica.
Mosaico de Neptuno.
Casa de los Pájaros
Es el exponente del tipo de casa que domina en este sector de la ciudad. Las domus de esta zona ocupan cada una, como mínimo, un área de 1.700 metros cuadrados, articulando sus ámbitos en torno a un patio principal ajardinado, rodeado de una galería columnada, el peristilo.
Mosaico de los Pájaros.
En una de las estancias que abren a este patio se sitúa el mosaico de los Pájaros, que da nombre a la casa. Gracias a su naturalismo podemos distinguir más de treinta especies, entre las que destacan un pavo real, un águila, un gallo, una paloma, una garza real o un loro. El emblema o cuadro central pudo representar una escena del mito de Orfeo, decorada con elementos musicales y teatrales.
Al fondo de este peristilo encontramos dos patios interiores con las estancias más privadas. Entre ambas áreas privadas tenemos el triclinium, comedor principal de la casa donde tuvieron lugar lujosas cenas.
Casa de los Pájaros.
Traianeum
Es el edificio más representativo para la ciudad, espacio público y religioso dedicado al culto del emperador Trajano, visible desde kilómetros de distancia.
Se trataba de un gran recinto cuadrangular, de casi diez mil metros cuadrados de superficie, con una plaza interior rodeada de una galería porticada con cien columnas de mármol. En el centro de la plaza se alzaba un templo octástilo con acceso a través de una gran escalinata doble. En cuyo interior estuvo emplazada una escultura monumental del emperador divinizado, presumiblemente Trajano. Ésta fue erigida por su sobrino y mano derecha Adriano, quien llegó a ser Emperador tras él.
Debido a la calidad de los materiales empleados en su construcción, fue objeto de intenso expolio desde tiempos antiguos.
Monumento a Trajano.
Casa del Planetario
Es una de las viviendas principales de Itálica, tanto por sus dimensiones como por albergar algunos de sus mosaicos más notables.
Destaca el mosaico del Planetario, que representa a los siete astros del sistema solar conocidos por los romanos. Cada planeta está personificado en un dios que, a su vez, simboliza un día de la semana. Por tanto, la denominación romana de los días de la semana estaba basada en la observación astronómica y, en parte, ha sido heredada hasta el presente.
Otro pavimento especialmente relevante es el del mosaico de Baco, que representa a este dios y a Ariadna abrazados. Ariadna, después de ayudar a Teseo a escapar del laberinto del Minotauro, es abandonada por él en la playa de Naxos. Entonces aparece el dios Baco, que se queda fascinado por su belleza. Finalmente, la toma por esposa para llevársela al Olimpo.
Mosaico del Planetario.
La Casa de Hylas y la Cañada Honda.
Son las últimas excavaciones realizadas en la ciudad romana de Itálica siendo una zona privilegiada por su proximidad al templo Traianeum, en el caso de la Casa de la Cañada Honda.
En la Casa de Hylas, el motivo central del mosaico es Hylas, el compañero de Hércules en su búsqueda del Vellocino de oro. Dicho motivo se encuentra en el Museo Arqueológico de Sevilla.
Mosaico Casa de Hylas.
Termas Mayores
Las termas no eran solo un lugar para bañarse, sino que en él también se daban masajes, se practicaba el ejercicio físico, tenían biblioteca y solárium. Eran un verdadero centro de encuentro social y cultural, donde hombres y mujeres de diversas clases tenían derecho a entrar, siempre por separado.
Las estructuras descubiertas pertenecen a su parte central. Destaca la gran piscina, natatio, con estructura en T. Ésta da acceso al frigidarium, o sala sin calefacción, que presenta dos bañeras en sus extremos, y el caldarium, o sala caldeada. Esta parte muestra una estructura con ábside tras la cual se situarían los hornos. Se ha detectado también algunos pasillos de servicio y conductos de aguas sobrantes.
Justo al lado del edificio termal se ha identificado la palestra, el lugar donde eran practicados distintos deportes al aire libre.
Lago
Al oeste del anfiteatro se localiza una laguna poblada por una rica variedad de aves. Su origen se remonta a la década de los 70 del siglo XX, con motivo de la construcción de la presa que protege el anfiteatro de inundaciones. Aunque, de seguro, existió una solución similar en época romana para evitar que las arroyadas inundaran este edificio.
Arena del Anfiteatro.
Anfiteatro
Impresiona acceder a este lugar y conocer su historia. Este anfiteatro fue uno de los más grandes del Imperio, con capacidad para unos 25.000 espectadores. Puesto que la población estimada de Itálica sería de unas diez o quice mil personas, se cree que durante los juegos acogería a los habitantes de las ciudades cercanas y viajeros.
En el Anfiteatro romano con nuestra visita guiada Culturea Experience.
En Roma había muchos días festivos en los que se celebraban grandes fiestas, representaciones teatrales y juegos. Los juegos tenían lugar en el anfiteatro. Este edificio que recibe el nombre porque su forma constructiva equivale a la de dos teatros enfrentados. Los más importantes eran los ludi gladiatori, o luchas de gladiadores. Estaban protagonizados fundamentalmente por esclavos, prisioneros de guerra o condenados por homicidio. Son juegos que tienen su origen en los combates que en tiempos antiguos tenían lugar en honor de los difuntos ilustres.
Placas votivas en Anfiteatro.
El espectáculo comenzaba con un gran desfile de los gladiadores. Éstos empezaban saludando al editor, la persona que había sufragado los juegos y se alojaba en uno de los palcos principales.
El anfiteatro tenía control de entradas y acomodadores. El público se sentaba en el graderío en función de su clase social: Los patricios, en la parte más cercana (ima cavea). Los plebeyos, en la parte central (media cavea) y los esclavos y forasteros, en la parte superior (summa cavea).
El foso, fossa bestiaria, es el lugar donde los animales salvajes aguardaban estacionados en jaulas, y estaba cubierto por un entarimado. A veces, para darle mayor emoción a la lucha, los animales eran liberados a la arena gracias a las trampillas.
En la avenida triunfal se localiza un santuario consagrado a Dea Caelestis y Nemesis Augusta. A estas diosas a las que están dedicadas las placas votivas con representaciones de pies empotradas en el suelo.
Fossa bestiaria Anfiteatro de Itálica.
Teatro romano
Es uno de los edificios conservados más antiguos de Itálica. Se ubica junto a lo que conocemos como el núcleo urbano oriental de Santiponce. Fue construido en tiempos del emperador Augusto y reformado en épocas posteriores.
Este edificio estaba destinado a la representación teatral. Aunque no solo tenía un uso escénico, sino también era lugar de celebración de rituales religiosos y actos políticos.
Destacó en su pórtico el templo dedicado al culto de Isis, prácticamente idéntico al conservado en Pompeya.
Visita guiada con Culturea Experience.
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